Hola. No voy a decir nada de mi tardanza por estos lares. O si.
Que no me sobra mucho tiempo, si, pero parte de la culpa de desaparecer por aquí la tiene la serie Dulces mentiras, amargas verdades. ¡Cómo me iba yo a imaginar que era tan larga!. En Goodreads se ha omitido, en algunos de los libros de la serie, su número de páginas {no sé si esconde detrás algún motivo… ¡si, se esconde!!!!}, pero yo empecé a leerlos en mi AmadaKindle y el porcentaje de lectura no avanzaba. Pero nada, nada… Total, que calculo que cada libro supone entre 500-600 páginas, que multiplicado por cuatro…
Había pensado no hablar de esta serie. Por muchos motivos.
En el primer libro observé errores muy graves, sobre todo errores de puntuación. Encontré mil tildes mal puestas y, sinceramente, me extrañó muchísimo porque no eran tildes complicadas, eran verbos pasados no puntuados o presentes ilógicamente puntuados. Pensé «¿es acaso esto una traducción?». Pero no, Lily Perozo es venezolana, así que no hay traductor culpable. «Que mal, que mal, ta vez los corrija en los próximos libros», pensé. Pero de nuevo no, los errores ortográficos se mantuvieron hasta la última página de la serie. Y… tanto error me hizo pensar. Recordé entonces que cuando estuve trabajando en Caracas {no mucho… sólo fueron dos meses y medio…}, una de las cosas que más me sorprendió de los venezolanos es que ¡no los entendía! Os lo prometo, a veces no tenía ni las más remota idea de lo que me contaban. Porque si, hablan castellano, pero el «dialecto» es tan distinto que el significado que un español pueda entender, puede llegar a ser totalmente diferente. Y esto que os cuento, no lo he notado en Dulces mentiras, amargas verdades, por lo que creo que Lili Perozo ha hecho un esfuerzo por utilizar un lenguaje más generalizado o cercano al «castellano estándar» y me temo que ha cometido errores. Pero… por mi parte… valoro el esfuerzo.
Más motivos. Negativos. Lily Perozo nos cuenta durante la serie demasiados detalles sin importancia. Que si el Barcelona juega con el Levante un partido de copa, que si viajan a tal concierto, que si la «ama de llaves» deja una lista en la nevera para que sepan los alimentos que hay y cómo cocinarlos, que si los protagonistas hacen un viaje fabuloso que transcurre durante 300 páginas. Por Dios, trescientas páginas de viaje. No, definitivamente el segundo libro sobra y podéis saltároslo si os apetece, por que NO APORTA ABSOLUTAMENTE NADA. El final del segundo libro me hizo plantearme seriamente si continuaba o no con la serie.
Pero continué, me duele en el alma abandonar una historia.
Y perdonando errores y obviando sobreinformación, no puedo decir que no he estado ansiosa por conocer el final de la historia. Porque si este libro tiene algo bueno es su HISTORIA. Muy muy bonita. Además Lili Perozo la vende bastante cara, y tarda mucho en contárnosla por completo. ¡Muchas suposiciones me han costado!, pero han merecido la pena. ¿Queréis un resumen? Pues no os lo voy a hacer, no puedo contaros nada 😉 ; pero voy a citar parte de mi Review en Goodreads que algo cuenta:
¿Un fiscal de 26 años? Qué queréis que os diga, que soy tan tonta que con eso la autora ya me tiene ganada. Pero lo que me gusta de Samuel Garnett no es esa fantástica «erótica del poder» que lleva intrínseca; lo que me gusta es, que para él, lo importante es perseguir su objetivo. No he observado en él prepotencia, ni despotismo, ni se cree un Dios; tan sólo es un joven con una fijación que resolver y al que se le han presentado algunos obstáculos en el camino.
Los protagonistas de esta bonita historia son Samuel Garnett y Rachel Winstead, pero la impresionante personalidad de Sam hace que Rachel prácticamente desaparezca. Puntazo muy positivo de este libro es ese enorme personaje redondo llamado Samuel Garnett. Sobre él cae el peso de toda la historia y es tan raro de ver, ¡que me encanta!. Me ha hecho ponerme mil veces en su piel, le he gritado otras tantas «¿por qué no hablas?, ¡por qué no cuentas!, y se me ha caído alguna lágrima con su pasado. Me ha enamorado su forma de pensar y su dedicación al trabajo. Cuando pensé que todo estaba perdido, Samuel Garnett me volvió a sorprender con sus decisiones. Creo que es de esos personajes que no olvidaré.
Porque la historia es TAN GRANDE, creo que ha merecido la pena leer Dulces mentiras, amargas verdades.
Este el el motivo principal que me lleva a darle un gran voto de confianza a Lili Perozo. Si pule todo esos errores, puede llegar a ser una escritora muy a tener en cuenta. Hoy he sido bastante crítica con su trabajo, pero quiero y deseo escribir algún día sobre ella y que sea una anécdota contar que la primera vez que la reseñé fui bastante dura.
Ni siquiera sé si aconsejo o no la serie {es tan innecesariamente larga…}, pero no podía evitar venir aquí y expresarme. Eso sí, no me olvido de valorarla.
{Al menos algunos…}
12 Comments
Ya lo has dicho todo. No lo voy a leer. Pero no porque según tú es innecesariamente larga, no. Es por lo de la ortografía. Me voy a ahorrar el dolor de ojos que produce ver al diccionario maltratado. Es uno de los motivos que hacen que apenas entre en Twitter…
Deberías también abandonar whatsapp… No, no te gustaría, pero la historia es preciosa.
See you soon.
Yo tampoco me animo, aunque seguro que la historia merece la pena, pero sé que me fastidiaría la lectura ver demasiadas erratas. Lo que más me ha gustado de tu reseña es que has sido sincera, has hablado de lo que no te ha gustado, todas cosas que se pueden arreglar con ayuda de un corrector, pero también de lo que sí y el por qué la recomendarías. Y eso, es de agradecer.
Que sepas que, la semana que no vienes, se te echa de menos.
Un beso.
Hola Lidia. No, no creo que sea tu serie.
A mi me ha confundido bastante porque a veces la he odiado, y otras me he «ansiado» leyéndola. Por eso quería hablar de ella. Perozo crea una fantástica historia, y sólo con eso, la aplaudo.
Me animas… Siempre!!! Mil graciassssss.
Que sepas que he leído tu última entrada pero aún estoy pensando cómo comentarla. Como siempre, me haces pensar. De nuevo, un placer.
Beso grande!
Leo los comentarios y veo que nadie se anima a leer la historia, seré un poco masoca por qué después de leer el post me han entrado unas ganas tremendas de leerla.
La valoración es buena (tres tazas de cinco), si la ortografía es mala pues me quedo con la HISTORIA .
Tengo ganas de conocer a Samuel Garnett .
Ya te contaré….
Ole ahi!!!! jjajajja.
Samuel Garnet merece la pena. Y te digo desde ya que puedes saltarse el segundo libro.
Ahora sí, vas a tener que dedicarle tiempo a la serie. Será por páginas…
Beso grande.
Holaaa!
Pues si quieres que te diga la verdad, yo tengo la serie completa en el ebook hace mucho tiempo y es de esas lecturas que como las tengo digo… pues ya la leeré, pero creo que va a seguir quedándose dónde está de momento.
A mí me da mucha rabia también lo de las tildes.
Hola guapa!
Me da pena que no haya tenido una revisión adecuada, porque a pesar de todo, no me ha disgustado. Creo que hasta le he cogido cariño a Samuel.
Los errores ortográficos es que son dolorosos! Todos los cometemos, pero ¿tan escandalosos y tan habituales?
Beso grande.
Hola, guapísima!
Una pena lo de las faltas y no tenía ni idea de que fuera tan larga las novelas. Esta serie la tengo pendiente, pero tengo una pregunta ¿La serie esta que has leído es la anterior o la nueva reeditada en castellano?
Yo sé que terminaré leyéndola, pues en su día me llamó mucho la atención y aún lo sigue haciendo. 😉
Besos!!
Hola guapa.
Pues ya me dejas con la duda. Yo la he leído en castellano, pero no sé si es la última. ¿Acaso la primera edición fue escrita en inglés?
Pues anímate a leerla. Yo muchas veces me he indignado, pero no puedo negar que no he podido dejar de leerla. Y creo que Samuel Garnet es un gran personaje. digno de ser conocido.
Beso enoooooorme.
Pues sé que hay dos, la anterior es en el Español de su lugar de origen, pero después la saga fue adaptada al castellano (supongo que el Español neutro). En las portadas lo marcan, si no pone nada es que es la de su país (ambas están a la venta). Y sí, caerá. 😉
Pues entonces he leído la segunda. Sé identificar el castellano de Venezuela…
Aunque hay algo que no han cambiado, y es el verbo «coger». Supongo que sabrás de qué hablo. Por cierto, se repite muchísimo.
Besazo.