Piso para dos fue el libro que elegí cuando llevábamos unas semanas de cuarentena para intentar animarme un poco. Ya sabéis, si dotáramos a la lectura romántica de un superpoder, ese sería evadirnos. Pues ese era mi propósito.
Quería un libro actual, no histórico, para que fuese todo como más rápido. En histórica todo es un poco más a fuego lento. Me encanta eso, es uno de los métodos en romántica que más satisfacción me da, pero esta vez quería inmediatez.
Total, que como no suelo encontrar libros así fácilmente, me decanté por irme a GR e investigar un poco. Super notazas para Piso para dos. Sabía que era un libro publicado hace poquito porque lo vi bastante por las redes y eso ya me hizo que todo me chirriara un poco: no confío en las notas de las primeras reseñas. Pero bueno, una oportunidad más.
Los protagonistas, Tiffy y Leon, terminan por diferentes circunstancias compartiendo piso. Pero no un piso con dos habitaciones, nada de eso. Sería más correcto decir compartiendo cama: él duerme de día y ella de noche. Todo eso sin conocerse.
Hasta que se ven y todo cambia.
Sinopsis cortita, y a pesar de ello lo cuento todo. Eso es el libro.
Una primera parte donde Tiffy y Leon aún no se conocen. Para mí, lo mejor del libro. Me ha gustado mucho cómo la autora nos acerca la personalidad de los personajes: además de presentárnoslos en su vida real, con sus trabajos, sus amigos, Beth O’Leary utiliza un recurso más para presentarnos a sus protagonistas: notitas. Y que esas notitas transmitan tanto sobre ellos, me ha fascinado. Sobre todo Tiffy: cuánto me he reído con ella, cómo se expresaba y transmitía cariño a través de esas notas, cómo se abría en canal para contar si se sentía mal o había tenido un buen o mal día… Bravo por Tiffy y por su autora.
Y esa notas por parte de Tiffy en la nevera, sobre la encimera, en la puerta del baño, sobre el cesto de la ropa… todas ellas, han sido las que han hecho el trabajo sucio, las que realmente han iniciado la conquista de Leon. Porque nuestro protagonista es un buenazo, muy trabajador y muy comprometido, pero de currarse el tema parejas, poco. Que si no habla porque no le gusta expresarse, que si se esconde cuando ella va al trabajo de él…; en definitiva, un poco sosaina. Que no es mal tío, pero es simplón; de los que le viene todo hecho.
Y bueno, llega el momento del encuentro. Accidentado, por supuesto. Lo bueno de aquí es que esta vez, el que está desnudo es él. ¡Bravo otra vez!, ¡aplauso sanitario!
Y aquí empieza a fallarme todo un poco, el libro da un pasito atrás.
Porque no me creo el giro tan brusco que da la historia entre Tiffy y su ex. Porque el problema del hermano de León se soluciona fácil, rápido, coser y cantar. Porque Leon duda de Tiffy a la primera de cambio porque arrastra un trastorno con su madre. Porque después todo se arregla en una noche y todos felices.
¿Dónde está la separación larga entre los protagonistas? ¿Los problemas insalvables? ¿Las confusiones que cambian todo por años? Ainsss, a mí si no me dan un momento en el que todos sufran en romántica, sobre todo si es el hombre mejor que mejor, ¡me falta algo!. ¡Me faaaaaaltaaaaaaaa!
Pues eso, que lo que empezó bastante bien, se fue desinflando poco a poco para terminar en una simple lectura más. Que cumple su propósito de entretenimiento y evasión, sip, pero no mucho más. Así que como ya dije en IG y también más arriba, las super valoraciones vuelven a fallarme. Y una cosa quiero aclarar, Piso para dos puede ser un libro que puede gustar, que puede gustar bastante a muchas; pero definitivamente no está bien cerrado, necesita más. Y las lectoras con muchos libros en su estantería, lo saben.
NOTA: A #mikindleamada se le notan los años, 8 añitos conmigo están haciendo que pierda su lustre {por si lo habéis notado en la foto}. ¡Yo la quiero igual!
2 Comments
¡Lo leí! A mi no me aburrió demasiado pero es verdad que el final estaba cantado. Si lo piensas bien, es un libro de los que tarde o temprano se olvidan, pero bueno, me reí mientras que lo leía.
Hola Marta. Está claro que es un libro que cumple el que para mi es el primer objetivo de la romántica, que es entretener. Final previsible, que aunque casi todas queramos final feliz y contamos con ello, ¡un poquito de sorpresa, por favor!
Gracias por escribir, un beso.